El monarca español, ante la certeza de
que la Especiería estaba comprendida dentro de la jurisdicción de Castilla,
organizó la Casa de Contratación de la Especiería en la Coruña, para el tráfico
con las Molucas.
Se preparó una expedición que debía seguir
la ruta de Magallanes y El Cano y que fijaría exactamente la jurisdicción
castellana. Se puso al frente de ella a García Jofré de Loaysa y El Cano iba
como guía, pero la empresa fracasó; cruzado el estrecho de Magallanes, murieron
en alta mar primero Loaysa y más tarde El Cano.
Algunos sobrevivientes establecieron una
fortaleza en Tidore, para defender los derechos de Castilla ante
Portugal, y otros llegaron a la costa mejicana. Una de las naves tocó costa de
Brasil y algunos hombres quedaron allí, deslumbrados por los relatos de
riquezas que habría más al norte.
Cuando ocurrían estos acontecimientos, ya
había salido de España Sebastián Gaboto, hijo de Juan Gaboto. Establecido en
España se lo nombró piloto mayor en reemplazo de Solís, que había muerto. Firmó
capitulación para recorrer la ruta de El Cano y llevar mercaderías valiosas de
las Molucas, Cipango y Cathay.
Zarparon de San Lucas de Barrameda en
cuatro naves. Tocaron las Canarias; después se negó a hacer conocer a sus
capitanes la ruta que pensaba seguir y en vez de enfilar hacia el sur para
cruzar el Estrecho, ordenó poner rumbo a las costas del Brasil, que avistaron a
la altura del cabo de San Agustín.
Esto indujo a algunos investigadores a
pensar que al salir de España ya tenía la intención de cambiar de ruta,
seducido por las riquezas de que hablaban los náufragos y desertores que vivían
en la costa del Brasil. Ellos les indicaron en conversaciones directas que el
camino a seguir era el río de Solís, que llamaban de la Plata.
Gaboto reunió a los capitanes de su armada
para deliberar y decidieron explorar el Río de la Plata en vez de cumplir lo
capitulado. En el puerto de los Patos se construyó una nave de poco fondo para
recorrer los ríos y se levantó la primera iglesia de estas regiones.
Ya en el Río de la Plata Gaboto fundó el
puerto de San Lázaro. Cerca de la isla San Gabriel encontró a Francisco del
Puerto que le confirmó las noticias sobre la Sierra de la Plata, en cuya
búsqueda decidieron lanzarse. Al llegar a la confluencia del Coronda con el
Carcarañá fundó el fuerte de Sancti Spiritus (9 de junio de 1527).
Alrededor del fuerte cada conquistador construyó su casa de paja y adobe.
En diciembre Gaboto salió en busca de la
Sierra de la Plata, remontando el Paraná hasta el Paraguay donde tuvo noticias
de que naves desconocidas habían penetrado en el Paraná; esto unido a una
emboscada de los indios en la que murieron varios españoles, decidió a Gaboto a
regresar. En el camino se encontró con las naves de Diego García de Moguer.
Este marino había venido en la expedición
de Solís y regresó a España deslumbrado por las noticias que había recibido
sobre una región rica en metales preciosos. Consiguió armar una expedición y
firmó la capitulación correspondiente, por la que se comprometía a ir a las
Molucas. Era una expedición modesta, integrada por dos naves y un bergantín que
se encontró con la de Gaboto en la isla de Palma, donde García terminaba de
prepararse y por donde Gaboto pasaba en viaje a América.
También en busca de las tierras del Rey
Blanco penetró en el Río de la Plata y entró al Paraná llegando a Sancti
Spiritus. Como fracasó en su intento de apoderarse del fuerte salió en
busca de Gaboto. Después de veintisiete días se encontraron, disputando sobre
sus derechos, pero como no se pusieron de acuerdo decidieron regresar a Sancti
Spiritus para reacondicionarse, emprendiendo juntos la conquista del
Imperio del Rey Blanco.
Salieron con siete naves hacia el norte,
pero tuvieron noticias de la hostilidad de los indígenas y regresaron por ello
a Sancti Spiritus. En esos días llegó al fuerte Francisco César, el
capitán que había sido enviado hacia el oeste por Gaboto, quien confirmó los
datos sobre una región llena de riquezas, de metales y piedras preciosas, que
ellos decían haber visto. García y Gaboto, más interesados que nunca en
alcanzarla, salieron nuevamente llegando hasta el Paraguay y quizás hasta el
Pilcomayo.
Supieron que los indios de toda la
zona preparaban un gran levantamiento, por lo que regresaron a Sancti
Spiritus desde donde salió Gaboto para pacificar la región. En su ausencia
los indios atacaron y destruyeron el fuerte. Los pocos españoles que lograron
salvarse se refugiaron en San Salvador, donde estaba Gaboto. Este y García al
comprobar el desastre decidieron regresar a España, haciéndolo primero García.
Llega con a la península con seis días de diferencia, en julio de 1530.
Gaboto recorrió los ríos hasta el paralelo
25, punto máximo que logró llegar por el norte.
En 1528, Sebastián Gaboto, viajando por el
río Paraguay, llegó hasta la altura del río Pilcomayo, por lo que fue
considerado el primero que navegó las aguas de nuestro río.
Cabe descatar la valentía de Sebastián
Gaboto que aunque se le presentaron muchos obstáculos él nunca desistió y
siempre busco nuevas riquezas obteniendo muchas conquistas. El si bien tenía
que de repetir el viaje de Magallanes
opto por ir a nuevos horizontes.
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